No se trata de un delito, ni de una broma que se fue de las manos, se trata de un dueño indignado que para llamar la atención y lograr el apoyo popular decidió contratar gente para que destruyeran a martillazos su Lamborghini Gallardo, el cual había adquirido 6 meses antes.
El dueño tuvo algunos problemas con el motor de su flamante Gallardo, así que se contactó con su representante local, (Quingdao, China), el cual trasladó el vehículo al centro de mantenimiento, pero no sólo le devolvieron el auto sin solucionar los problemas mecánicos, sino que durante el transporte se dañaron los parachoques.
Luego de tratar de que Lamborghini asumiera las responsabilidades del caso y cansado ante la indiferencia de la marca, decidió llamar la atención, y el día 15 de Marzo coincidiendo con el Día Mundial de los Derechos del Consumidor, llevó a cabo su hazaña.
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